Perros Pastores: Compañeros Inteligentes y Protectores Los perros pastores ocupan un lugar especial entre los llamados “perros trabajadores”. Estos ejemplares fueron seleccionados y entrenados a lo largo de los años
Teckel
Imposible confundir su alargado y gracioso perfil. El teckel es la imagen de la simpatía, pero su bien ganada fama de mascota fiel y cariñosa no le impiden ser un magnífico cazador. De raíces germánicas, los teckels cuentan con más de 25 variedades de diversa morfología y pelaje, y sus muchas cualidades han sido admiradas desde la antigüedad.
Teckel, una de las razas caninas más extravagantes, graciosas y reconocibles del mundo (Definición)
De profundas raíces germanas, el teckel es una raza de perro pequeño, clasificada en el Grupo IV de la Federación Cinológica Internacional (FCI). Su actual popularidad es herencia del aprecio que la realeza europea ha profesado hacia este can, de característico lomo alargado, patas cortas y robustas y una estatura de 35 a 45 centímetro.
Citando a la American Kennel Club, «la famosa silueta larga y baja, la expresión siempre alerta y la personalidad audaz y vivaz del perro salchicha lo han convertido en una superestrella del reino canino». Pero la morfología del teckel se distingue, además, por su pelaje, corto y fuertemente pegado a la piel, de color tostado o melaza con tendencia a aclararse en su abdomen, los omoplatos, la mandíbula y el interior de cola y orejas. Este binomio de rasgos —cuerpo alargado y pelaje escaso— le predisponen como un excelente cazador al combinarse con unos colmillos de aguja.
Las aptitudes cinegéticas del teckel justifican con creces el significado de su nombre en alemán, dachshund o «perro tejonero», mamífero que caza con asombrosa facilidad. Otros nombres comunes son perro salchicha, perro vienés y una docena de denominaciones extranjeras (wiener dog, sausage dog, bassotto, doxie, etcétera).
Pese a ser admirado desde la antigüedad —el primer club dedicado al teckel se registró en 1888—, estos simpáticos canes podrían convertirse en una rareza. Las cifras de natalidad de los teckels están en mínimos históricos (sólo hubo 7.300 nacimientos en 2005, frente a los 28 mil de 1972). Presumiblemente esta situación crítica motivó en 2018 la creación del Passau Dachshund Museum, un espacio dedicado a todo lo relacionado con el teckel.
La singular morfología del teckel no le ha privado de ser confundido con el basset hound, raza francesa de mayor presencia y volumen, piel tricolor y olfato y orejas más desarrolladas.
De ‘aterrorizar’ a los tejones a erigirse en símbolo de las Olimpiadas de 1972: un vistazo a la historia del teckel (Historia)
La historia del teckel comienza hace 600 años. Entre los primeros registros figuran pinturas del siglo XV y documentos posteriores que mencionan esta raza, vinculada ya a la práctica cinegética. Además de sembrar el pánico entre los tejones, el teckel sobresalió como un avezado cazador de toda clase de roedores y presas pequeñas, sin olvidar grandes mamíferos como jabalíes.
Hacia 1880 se estandarizó la raza y se fundaron clubs pioneros consagrados a fomentar la crianza de esta simpática raza. Sin embargo, la primera y la segunda guerra mundial supusieron un paso atrás para su desarrollo, pues el teckel se había consolidado como uno de los principales símbolos de Alemania. El antigermanismo afloró inevitablemente durante ambas contiendas, provocando cambios en su denominación (los estadounidenses comenzaron a llamarlo badger dogs o perros tejones) que sirvieron de amortiguador para los prejuicios del periodo.
Pese al sentimiento antialemán de principios del siglo XX, el teckel siguió gozando de popularidad y aceptación internacional. Tanto es así que el ganador del ‘Best in Show’ celebrado por la Westminster Kennel Club Dog Show en 1940 fue otorgado a un badger dog. El hecho de que la American Kennel Club, que desde 1877 había recopilado información relacionada con esta raza, la hubiese reconocido oficialmente en 1885, contribuyó a contener la animadversión existente durante la guerra.
Superadas las heridas de la 1ª y 2ª GM, el teckel se erigió como emblema germánico durante los Juegos Olímpicos de 1972 celebrados en Múnich 1972, pues la mascota oficial fue Waldi, un perro salchicha de color azul con franjas multicolores.
A lo largo de su historia, el teckel fue querido y admirado por personalidades de la talla de Guillermo II de Alemania, John F. Kennedy, la reina Victoria Eugenia o Pablo Picasso, así como Audrey Hepburn, Leonard Nimoy, Marlon Brando y otros rostros icónicos de Hollywood. También se cuentan entre sus orgullosos propietarios los actores Jack Black, Kirsten Dunst, David Hasselhoff y Clint Eastwood o los cantantes Adele y David Bowie.
Amigable, testaduro y maestro cazador: así son los rasgos principales del teckel (Características)
El teckel es perro de una psicología de fuertes contrastes. Su juguetonería y talante activo y amigable contradicen su beligerancia hacia personas extrañas y otros cánidos. Aunque es inteligente y figura en el top 50 de razas con mayores IQs caninos según el ranking del doctor Stanley Coren, su disposición a obedecer órdenes es limitada; necesita cierta independencia, y muestra en ocasiones un temperamento susceptible a los celos, el trato áspero o la falta de atención, que pueden derivar en brotes de agresividad.
El rasgo más identificativo del teckel radica en una anomalía genérica: el bassetismo, una mutación que dota a los afectados de patas excesivamente cortas y de una columna vertebral alargada. Esta desproporción no sólo la ‘sufre’ el teckel, sino que también está presente en el corgi galés de Pembroke, el basset hound, el scottish terrier.
La esperanza de vida del teckel oscila entre los 12 y los 16 años, existiendo casos de cánidos pertenecientes a dicha raza que superaron las dos décadas de vida. Por ejemplo, una perrita llamada Chanel, de Nueva York (EE.UU), alcanzó los 21 años de edad, mientras que otro denominado Max, mezcla de beagle y teckel, vivió hasta los 29 años.
Dado que existen más de 25 variedades de esta raza, no debe confundirse al teckel estándar o dachshund (de 9 a 15 kilogramos de peso y una circunferencia torácica de 35 centímetros aprox.) con otros de similares características, como el kaninchen (de 3 a 5 kilogramos y hasta 30 centímetros de circunferencia).
La longitud del manto es otro rasgo diferenciador del teckel. Los hay de pelo corto, caracterizado por su brillantez y apariencia lacia y fuerte, en contraste con su cola tupida; los de pelo largo, dotados de una capa externa de fibras largas y sedosas, con tendencia a rizarse en las puntas, y los de pelo duro, provisto de un manto más recio y corto, con una barba, cejas y extremidades especialmente tupidas. Por otra parte, el color del pelaje también es determinante en la distinción de variedades de teckel, como demuestran el dachshund arlequín, el isabella, el piebald o el brindle.
Las aptitudes del teckel para la caza sorprenden a propios y extraños. Consabidas son las hazañas de este pequeño (pero matón) cánido contra pequeños y medianos mamíferos, incluyendo algún que otro goliat como el jabalí. Sus habilidades cinegéticas residen en el mencionado bassetismo, que le otorga unos cuartos fuertes y un lomo alargado, excelente para penetrar en túneles y madrigueras.
¿Cómo es la alimentación recomendada del teckel?
La alimentación del teckel reviste especial importancia, considerando los problemas de sobrepeso y la fragilidad de la columna vertebral de esta raza canina. En líneas generales, los chachorros se nutrirán a edad temprana con piensos adaptados a su edad, preferentemente de calidad premium pertenecientes a marcas conocidas, a partir de la sexta y la octava semana de vida, cuando el destete se haya completado.
Superado el año o año y medio de vida, el teckel adulto readaptará su régimen a piensos acordes a su edad, latas de carne o alimentos deshidratados, debiendo considerarse la dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food) como una alternativa natural. Combinación de pescados, verduras, frutas y carnes magras, la dieta BARF puede constituir una excelente base alimenticia, apta para cualquier etapa de su desarrollo.
Por lo común, el teckel necesitará de 100 a 200 gramos diarios. En cuanto a la frecuencia de las comidas, los cachorros dividirán su ingesta en 2-3 raciones, mientras que los adultos se mantendrán sanos y fuertes con un desayuno y una cena.
¿Qué cuidados precisa el teckel?
Los teckels no son exigentes en su higiene. Darles un lavado al mes o cada 4-6 semanas es suficiente, mientras que los cepillados deben ser más frecuentes, a fin de eliminar la fibra capilar muerte y preservar la belleza y tersura de su pelaje. Las variedades de pelo corto ni siquiera requieren un pelado periódico, tarea que será necesaria en los teckels de pelo largo, para así preservar su bienestar y decoro general.
En el punto anterior se citó el sobrepeso como uno de los factores de riesgo de los teckels. El peso medio de esta raza canina es de 7-15 kilogramos, 3 en las variedades toy. El seguimiento de la báscula ayudará a prevenir la obesidad y los muchos problemas asociados en este cánido. Sirva de advertencia el caso de Dennis, un teckel de 25 kilogramos reconocido como ‘el perro salchicha más gordo del mundo’ por Guinness World Records.
Contrariamente a las razas de tamaño mediano-grande, el teckel no precisa intensas rutinas de ejercicio físico. Suficientes serán los paseos y las actividades lúdicas, aunque tampoco rechazará un derroche de energía en momentos puntuales. No en vano el teckel es un magnífico cazador.
Pero que las aptitudes cinegéticas del teckel no engañen a sus propietarios: esta no es una raza de perro cobrador. Someterlos a esfuerzos intensos les acarreará severas lesiones en su columna vertebral, el ‘talón’ de este pequeño Aquiles que, debido a su morfología baja y alargada, somete sus discos intervertebrales a un mayor desgaste.