El caniche enano es una raza que combina la inteligencia, la elegancia y una personalidad llena de ternura. Si alguna vez has visto a uno, seguramente te habrás sentido atraído
Bichón Maltés
Paradigma de perro adorable y carismático, el bichón maltés es una excelente mascota, a menudo encasillada en roles de perrito faldero que, por otra parte, cumplen a la perfección. Tanto es así que celebridades como Elisabeth Taylor y Marilyn Monroe o figuras históricas como María Antonieta y Tiberio Claudio sucumbieron a los encantos de esta simpática raza.
Bichón maltés, una raza mediterránea de porte minúsculo y presencia glamurosa (Definición)
Procedente del Mediterráneo central, el bichón maltés es un can de raza pequeña que, pese a no sobrepasar los 20-25 cm de altura, ha alcanzado notable fama por otras cualidades morfológicas: un manto blanco y sedoso, una cola enroscada sobre la espalda, las patas cortas y ágiles, una nariz oscura de botón y unos ojos negros y vivaces.
La prestigiosa American Kennel Club lo define como «un compañero juguetón, encantador y adaptable», resaltando su porte y elegancia aristocráticas que, sumadas a su natural expresividad, «es capaz de conquistar a la sensibilidad más hastiada».
El bichón maltés posee una denominación confusa. Se origina en el vocablo semítico malat, no guardando relación con el topónimo Malta, pese a que esta isla mediterránea es una de sus posibles cunas. Se le conoce por otros nombres, también influidos por dicha isla: perro de Malta, perro león maltés, spaniel apacible, maltaise, maltese terrier, etcétera.
La antigüedad del bichón maltés es un arma de doble filo para los historiadores. Italia, Croacia y Malta se atribuyen su patria de origen, si bien los malteses se distribuyen hoy por el resto de Europa y los continentes de Asia y América. Que entre sus nombres figure ‘perro león maltés’ ha podido complicar su datación, debido a su semejanza con la del löwchen francés (pequeño perro león), con el que comparten una cierta morfología.
Tampoco debería confundirse al bichón maltés con otras razas pequeñas de pelaje blanco, como el West Highland white terrier o el Cotón de Tulear. Su semejanza con el Cava-poo-chon (obviando su color tostado) es sólo anecdótica.
Un can históricamente vinculado a la realeza que se remonta al 8.000 a. C. (Historia)
Anterior a la civilización mesopotámica, la historia del bichón maltés se inicia en el año 8.000 a. C. en la Cuenca del Mediterráneo. En concreto, y pese a lo engañoso de su denominación, el bichón maltés es, según ciertos expertos, oriundo de Malta.
Dado que esta isla fue ocupada por fenicios, griegos, cartagineses, romanos y otros pueblos de la Antigüedad, no es inverosímil que el bichón maltés se propagara desde La Valeta y otras áreas portuarias al resto de Europa. De hecho, sus antepasados frecuentaban los puertos en busca de su principal alimento, roedores y mamíferos de pequeño tamaño.
Conocido y admirado entre las primeras civilizaciones, el bichón maltés forma parte de la historia documental. El filósofo Aristóteles lo incluye en su compendio de razas caninas existentes hacia el siglo IV a. C., refiriéndolo como el canes melitenses. Además, esta admiración ha quedado reflejada en algunas obras de los poetas Valerio Marcial y Calímaco, el profesor Claudio Eliano, el político Epaminondas, el geógrafo Estrabón, el autor latino Plinio el Viejo o el docente cristiano San Clemente de Alejandría.
Las artes pictóricas entre los siglos XV y XIX dejaron constancia de la belleza del bichón maltés. Sirvan de ejemplo las pinturas del retratista italiano Giovanni Boldini, el pintor victoriano David Emile Joseph de Noter y especialmente el francés Joseph Siffred Duplessis, para quien posó en un sinfín de obras.
Los romanos, y en particular sus emperadores, patricios y aristócratas en general, fueron los primeros criadores del bichón maltés. A ellos debemos el color blanco que caracteriza a esta raza canina. Era frecuente que las damas romanas se pasearán acompañadas de un bichón maltés, a menudo acurrucado en los pliegues de su vestimenta.
La caída del Imperio Romano supuso un ‘golpe’ para el bichón maltés, que amenazó con desaparecer durante el Medievo. Por fortuna para su supervivencia, los criadores chinos tomaron el relevo de los romanos, perfeccionando sus rasgos morfológicos y exportándolo posteriormente al resto de Europa.
Su reconocimiento como raza canina se produjo tardíamente, pese a superar a otros cánidos en antigüedad. Así, la Federación Cinológica Internacional (FCI) retrasó este honor hasta 1954.
En tiempos recientes, el bichón maltés ha estado ligado a un sinnúmero de celebridades: Elizabeth Taylor y su maltés Sugar eran inseparables; la luchadora profesional Torrie Wilson poseía otro llamado Chloe, mismo nombre que eligió para el suyo la modelo Lindsay Lohan, y la actriz Halle Berry es propietaria de dos malteses, Willy y Polly.
Para la historia hollywoodense ha quedado el bichón maltés que Frank Sinatra regaló a Marilyn Monroe en 1960. Antes que dichas estrellas, este perro había sido la mascota de figuras históricas como el emperador Tiberio Claudio, la emperatriz Josefina Bonaparte o reina consorte María Antonieta.
Cariñoso, juguetón y muy versátil: así es la idiosincrasia del bichón maltés (Características)
La psicología del bichón maltés se distingue por su dulzura, confianza y receptividad, no exentas de un carácter juguetón y enérgico. Su inteligencia es notable, no obstante estar a la ‘cola’ del célebre listado de razas caninas con mayores IQs del psicólogo Stanley Coren.
Pese a no desempeñar habitualmente roles de perro guardián, el bichón maltés sabe mantenerse vigilante y dar la alarma en respuesta a ruidos y presencias extrañas. En este sentido, excederse en sus ladridos quizá sea su único defecto, que por otra parte puede corregirse con una educación y socialización tempranas.
La longevidad del bichón maltés oscila entre los 12 y los 15 años, sobrepasando así la esperanza de vida de los cánidos de mayor tamaño. De hecho, se conservan registros de bichones malteses que alcanzaron los 19 años, nada menos.
El bichón maltés reconoce en su pelaje una de sus mayores señas de identidad. De aspecto sedoso, intenso blancor y tendencia a ensortijarse o abrirse en las puntas, el manto de esta raza se asemeja a la de un peluche, y con los cuidados adecuados podría competir con las ‘cabelleras’ caninas más premiadas en concursos de belleza.
A diferencia de otras razas caninas, el bichón maltés carece de subcapa, una capa de pelo corto y lanoso que se sitúa bajo de la capa externa o manto. Esta particularidad se traduce en una menor suelta de fibras capilares, beneficioso en entornos domésticos, así como para dueños susceptibles a los alérgenos.
Inmortalizado como un vistoso perrito faldero, el bichón maltés ha recibido otras aplicaciones, algunas tan insospechadas como la caza. En efecto, los malteses han sido empleados en barcos para el control de plagas de roedores, y gracias a su instinto protector fueron usados como perros de alarma.
Las funciones terapéuticas del bichón maltés son desconocidas. Personas de edad avanzada, menores con discapacidad y pacientes en general se ‘apoyan’ en esta raza para agilizar su recuperación o mejorar su calidad de vida, sin mencionar los efectos emocionales que este peludo compañero proporciona.
¿Cómo es la alimentación ideal del bichón maltés?
La alimentación del bichón maltés reviste especial importancia. Debido a su metabolismo acelerado y la pequeñez de su estómago, esta raza canina quema rápidamente las calorías consumidas. Desde la 6-7 semana de vida, cuando finaliza el destete, los cachorros deben consumir piensos, latas de carne o dietas similares a la BARF (Biologically Appropriate Raw Food), ricas en carnes y pescados crudos, incorporando además frutas y hortalizas libres de conservantes artificiales.
Posteriormente el tipo y las cantidades de la alimentación se adaptarán a las exigencias nutritivas del maltés adulto. Se preferirán piensos y latas específicos para bichón maltés o, en su defecto, para perros toy o de tamaño pequeño. En líneas generales, esta raza precisa de unas 50-70 gramos de alimento, repartido en 2-3 raciones durante el día,
A modo de complemento alimenticio, sin olvidar su finalidad higiénica, proporcionaremos al bichón maltés suficientes snacks y huesos diseñados para la limpieza de dientes. Por medio de la masticación, el perro se deshará del sarro de forma natural. Para una higiene dental más profunda, los sprays y pastas dentífricos ayudan a eliminar la placa bacteriana y a eliminar el mal aliento y otros problemas relacionados.
¿Qué cuidados necesita el bichón maltés?
Entre los cuidados esenciales que precisa el bichón maltés, destaca la higiene mensual con geles y productos específicos para perros, pues el pH de los champús domésticos causaría perjuicios a su pelaje. Es importante, después de cada lavado, proporcionar al maltés un secado adecuado, utilizando secadores y otros electrodomésticos si fuera necesario. Excederse en la higiene ocasionaría perjuicios al cánido, por su dependencia hacia los aceites esenciales que impregnan su manto.
El cepillado regular del bichón maltés permite eliminar los malos olores y retirar la fibra capilar muerta, mientras que el corte de uñas aportará al animal un extra de comodidad en su día a día.
Debido a su frágil constitución, esta y otras razas pequeñas se encuentran expuestas a patologías específicas, destacando las siguientes: la luxación de rótula, la atrofia degenerativa de la retina o el temido síndrome de White Dog Shaker, consistente en intensos y repetidos temblores en momentos de emoción o estrés, causados por un trastorno hereditario del sistema nervioso.