Perros Pastores: Compañeros Inteligentes y Protectores Los perros pastores ocupan un lugar especial entre los llamados “perros trabajadores”. Estos ejemplares fueron seleccionados y entrenados a lo largo de los años
Pomerania
El lulú de pomerania, o pomerania a secas, presume de ser uno de los ejemplares toy más valorados por criadores y amantes de los perros en general. Su historia —pequeña como su morfología pero grande como su corazón— esconde una odisea que le ha llevado a viajar desde las montañas del Ártico hasta los palacios y castillos de los principales reyes y emperadores de Europa y Asia. En la actualidad, el pomerania ha sabido trascender su imagen de perrito faldero, para convertirse en un indiscutible referente canino.
El pomerania, una raza toy de exótica y elegante apariencia (Definición)
Originario de Polonia y ampliamente distribuido por el mundo, el pomerania es un perro de raza pequeña, considerado toy por la Federación Cinológica Internacional (FCI). Su morfología se caracteriza por un pelaje largo y suave de llamativos colores (crema, tostado, negro, blanco o café, con tonalidades intermedias), un hocico prominente y afilado y unas dimensiones de 20 a 30 centímetros.
Humorísticamente se lo ha definido como una ‘pelusa’ andante, por la voluminosidad de su pelaje en relación con la pequeñez de su testa y patas o su reducido peso (rara vez superior a los 3,5 kilogramos). La variedad del pomerania está determinada por el aspecto de sus orejas, a saber: Phalene o de orejas caídas y Papillon o de orejas rectas.
El nombre pomerania revela la tierra natal de esta singular raza, natural de la Pomerania Central en Polonia. Recibe asimismo otras denominaciones, como pomerano, pome, Spitz enano alemán o lulú de Pomerania.
Para la American Kennel Club, el pomerania no es el eterno perrito faldero de las clases pudientes, sino que se enorgullece de ser «un favorito de la realeza y de los plebeyos por igual», capaz de «dominar los trucos y los juegos con facilidad, aunque su actividad predilecta sea proporcionar compañía y risas a su propietario».
Además, el pomerania es una raza asidua a los certámenes de belleza canina más importantes a nivel internacional. Su apariencia es similar al Volpino italiano, pero el intenso blancor de esta raza italiana le separan y diferencian del pomerania.
De pastorear en el Ártico a ser el mejor ‘amigo’ de reyes y celebrities: así es la historia del pomerania (Historia)
La del pomerania es una historia ligada a renos y manadas de perros de trineo. Pastorearlos fue su cometido hacia el siglo XVIII, y aunque se carece de registros anteriores, su pasado remoto no debió alejarse demasiado de esta imagen. Aunque pueda sorprender, los antepasados del pomerania actual rebasaron los 10 kilogramos y eran canes de asombrosa resistencia, considerando que su campo de acción no eran los palacios ni el regazo de su amo, sino las inhóspitas regiones del Ártico.
Cuando el pomerania emigró a Europa, los criadores desempeñaron un rol crucial en su progresiva miniaturización, aplicando las doctrinas del ‘padre’ de la genética moderna, Gregor Mendel. En pocas palabras, una crianza muy selectiva contribuyó al empequeñecimiento del pomerania, sin renunciar a su pelaje típicamente ártico.
A fines del siglo XIX, la Reina Victoria de Inglaterra quedó admirada de el pomerania durante un tour por Italia, y a su regreso inició un proceso de crianza que contribuyó, aún más, a la disminución de esta raza polaca. De sus seis ejemplares, Windsor Marco conquistó galardones y Turi, su toy predilecto, permaneció a su lado durante su fallecimiento en 1901.
La estima de la Reina Victoria hacia el pomerania se contagió a otras personalidades de la época, aunque anteriormente María Antonieta de Austria y Wolfgang Amadeus Mozart había poseído esta raza, que por si fuera poco presume de ser una ‘superviviente’.
En el momento del naufragio del Titanic en 1940, se encontraban a bordo once perros, de los cuales sólo tres resultaron ilesos: un pequinés y dos pomeranias, pertenecientes a Miss Margaret Hays y a Miss Elizabeth Rothschild, rescatados por el Carpathia.
Adorables, protectores y de inconfundible pelaje anaranjado: así son los rasgos distintivos del pomerania (Características)
Pese a carecer de instinto cazador, el pomerania mantiene una actitud despierta, activa y pronta a interactuar con humanos y otros cánidos. Se muestra cariñoso y atento con sus dueños y conocidos, pero esta afabilidad no está garantizada para los desconocidos, por ser muy desconfiado, temperamento que no acentúa su agresividad, pero sí multiplicará sus ladridos.
Como la mayoría de razas toy, el pomerania es muy ladrador. Su naturaleza protectora le impulsa a actuar de perro guardián, contrariamente a lo que sugiere su reducido tamaño, pues este papel le queda ‘grande’, ciertamente. Con todo, puede ser un excelente perro de alarma, aunque no por ello se deban descuidar su educación. Es recomendable moderar esta inclinación ladradora desde temprana edad, para evitar problemas de bienestar y conflictos con los vecinos.
El manto del pomerania se caracteriza por su aspecto brillante, tupido y con ondulaciones en las puntas, de intensos colores ya mencionados y sin subcapa interna. Estas y otras cualidades convierten a esta raza en una de las más apreciadas en certámenes de belleza canina. Así lo demuestra la extensa lista de pomeranias ganadores del prestigioso Westminster Kennel Club Dog Show celebrado en Nueva York (EE.UU).
El pomerania también es un ‘ganador’ en la carrera contra el tiempo. Su esperanza de vida puede superar los 16 años, rondando los 12-15 aprox., ligeramente superior a otros perros toy.
Otra de las particularidades del pomerania es la diferencia de tamaño entre hembras y machos. Por lo general, los canes de sexo masculino ostentan un físico más portentoso que los de sexo femenino, disparidad que se invierte en los pomeranias, cuyas hembras superan en peso y dimensiones a los machos.
¿Cómo es la alimentación idónea del pomerania?
La alimentación del pomerania depende de pequeñas pero frecuentes comidas, tras superar el destete hacia la séptima semana de vida. Dado su metabolismo acelerado, esta y otras razas toy agotan sus energías rápidamente, en parte por la pequeñez de su estómago y unas limitadas reservas de grasa.
Estas limitaciones suponen, para el pomerania, la necesidad de consumir un mayor número de raciones al día, en especial durante las etapas tempranas de su desarrollo. En líneas generales, los cachorros necesitarán de 3 a 4 comidas debidamente espaciadas en la jornada, mientras que los adultos —estado que alcanzan a los 10-11 meses de vida— quedarán satisfechos con 2-3 raciones. En lo referente a la cantidad diaria, se estima que 90 a 190 gramos en función del peso y la edad son recomendables.
La dieta del pomerania se basará en piensos, latas de carne o alimentos desecados específicos para su edad, con preferencia de aquellas que hayan sido diseñados para esta raza. Como alternativa natural, la dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food) es una opción aconsejable, aunque las carnes, pescados y verduras que la integran deberán adaptarse a la morfología de este cánido, de tráquea inusualmente estrecha que puede propovocarles atragantamientos, asfixias y otras complicaciones.
¿Qué cuidados necesita un pomerania?
Probablemente el aspecto más delicado del pomerania es el cuidado de su manto. Este cánido realiza la muda 1-2 veces al año, a partir de los 6 meses de edad aprox., proceso en el que pierde cantidades ingentes de pelo. Esto suele alarmar a los propietarios, sobre todo durante la primera muda hacia el 4-8 mes de vida, por ser más agresiva que el resto, dado que la ‘lana’ de cachorro deja paso a una fibra capilar adulta, más fuerte y resistente.
El entorno del pomerania es crítico durante las mudas, pues climas excesivamente fríos pondrán en riesgo su salud y obligarán a extremar el cuidado: climatizando la vivienda, vistiéndole con abrigos caninos, etcétera.
Por otra parte, la higiene del pomerania requiere el uso de champús específicos para perros (el pH de los geles domésticos está adaptado para la piel humana, no para las pieles de estos animales). Dado que los pomeranias carecen de una reserva de grasa significativa, pierden el calor corporal con facilidad, por lo que se recomienda aplicarles calor con secadores, bolsas de secado y otros electrodomésticos similares, siempre con las precauciones debidas. Adoptar el hábito de cepillarle después de cada baño evitará que las humedades residuales puedan enfermarlo.
El pomerania, como otras razas de tamaño pequeño o toy, tienden a acumular placa y sarro en su dentadura. No es una sorpresa: los 42 minúsculos dientes que la componen deben aprisionarse en una cavidad bucal muy reducida, que fomenta la presencia de residuos y de placa bacteriana. Por esta razón, desde los 6-7 meses de edad se deben cepillar sus dientes o al menos proporcionarle snacks y huesos que favorezcan la liberación de calógeno.
¿Precisan ejercicio físico los pomeranias? Su imagen de perrito faldero es engañosa en este sentido, pues este y otros perros toy necesitan ejercitarse con regularidad, aunque no a la manera de labradores y mastines, por ejemplo, sino mediante paseos y juegos de baja intensidad.
Las patologías más comunes en pomeranias incluyen el conducto arterioso persistente (CAP), la luxación de rótula, el síndrome de Legg-Calvé-Perthes y la displasia de cadera, principalmente.