El caniche enano es una raza que combina la inteligencia, la elegancia y una personalidad llena de ternura. Si alguna vez has visto a uno, seguramente te habrás sentido atraído
La noble labor de los perros guías
Sociales, dóciles, inteligentes y dispuestos al trabajo. Estas son algunas de las características que encontramos en los peludos que se dedican a brindar asistencia a personas con discapacidad visual. En tu tienda para comprar cachorros admiramos a estos animales y por eso queremos hablarte acerca de la noble labor de los perros guías.
Un poco de historia
Quizás en algún momento te has topado en la calle con uno de estos animales, acompañando a su dueño para que lleve una vida lo más independiente posible. Pero te has preguntado alguna vez de dónde surgió la idea de utilizar a las mascotas como guías. Continúa leyendo que aquí te lo diremos.
Es bien conocido que por mucho tiempo los humanos han sacado provecho a la disposición al trabajo que tienen algunas razas de perros, tanto en la vida privada como pública. Se les ha utilizado para cuidar rebaños, en jornadas de cacería, para la pesca, como ayudantes de los cuerpos de bomberos y de seguridad, etc. Tras la Primera Guerra Mundial, en 1916, se abrió el primer centro que se dedicó a adiestrar a los caninos como guías para que acompañaran a los soldados alemanes que habían quedado ciegos durante el conflicto.
Estaba ubicado en la ciudad de Oldeburg, de ese país y a cargo del doctor Gerhard Stalling. Sin embargo, esta no era la primera vez que se utilizaban animales para este servicio. Un mural en Pompella del año 79, un pergamino chino del 1200, grabados, pinturas y canciones que han aparecido a lo largo de los años hacen referencia a que desde la antigüedad se conoce la noble labor de los perros guías.
100 años antes de que Stalling abriera el centro se escribieron al menos dos libros con las técnicas que se utilizaban para adiestrar a perras para que guiarán a personas invidentes. Luego de la iniciativa del doctor alemán, se comenzaron a esparcir por ese país –y después por el resto del mundo- otras escuelas que se encargan de esta tarea.
Estados Unidos, Italia y Suiza secundaron la idea que nació en Alemania y hasta allí se extendieron los centros. A España llegaron los primeros perros guías en 1963 y la Escuela de Perros-Guía para ciegos General Optica -la primera del país- se fundó nueve años más tarde.
Cómo se escoge un perro guía
El proceso de selección y adiestramiento de los perros guías es un proceso meticuloso que inicia antes de la reproducción. Lo primero que se hace es seleccionar a los padres, buscando que reúnan ciertas características físicas y psíquicas. Para comprobarlo se les somete a una serie de exámenes para descartar problemas genéticos y otras enfermedades. Asimismo, se evalúa su comportamiento.
Algunas de las características que se toman en cuenta para la selección de los perros reproductores son su carácter, adaptabilidad, grado de dominancia, concentración y carácter.
La primera raza que se utilizó con este fin fue el Pastor Alemán debido que son inteligentes y tienen gran disposición al trabajo. Pero, además, son ágiles, energéticos, son protectores y cariñosos con sus dueños. A él se le unieron luego el Labrador Retriever, originario de Canadá, que poco a poco se ha convertido en las más utilizado para esta tarea gracias a su gentileza y capacidad de adaptación.
Las características del Goden Retriever también lo hacen perfecto para convertirse en perros guías. Son fuertes, sociales, cariñosos, inteligentes, dóciles y tienen mucha iniciática. Otras razas con las que se ha experimentado en esta labor son el Caniche Gigante, Boxer, Pastor Belga, entre otros.
Relación entre el perro guía y su dueño
El entrenamiento de estas mascotas trabajadores comienza desde muy pequeños. A las siete semanas de nacido son llevados a una casa de acogida donde la familia se compromete a adiestrarlos de acuerdo a los procedimientos de la escuela y llevarlo las veces que se le requiera. Deben enseñarle las instrucciones para que aprenda a ser limpio, afectuoso y disciplinado: además tienen que llevarlo con la familia durante las salidas para que se acostumbre a socializar
Finalizada la primera etapa el perro vuelve a la escuela donde se le enseña sus trabajos básicos, éntre los 12 y 18 meses. Durante ese tiempo aprenden el principio de línea recta, a trabajar con los bordillos, con obstáculos y el tráfico. Además, se les acostumbra a usar el arnés, a diferencia de las mascotas regulares a las cuales se les enseña a andar con correa.
El perro y su dueño desarrollan una relación afectuosa, de respeto y confianza en donde ambos siempre están conscientes de la presencia del otro. Trabajan en equipo para evitar errores, puesto que las indecisiones por parte de alguno pueden provocar una situación indeseada.
Algunas de las tareas que debe cumplir el perro son conducir a la persona en línea recta hasta que reciba una orden de cambiar de dirección, obedecer todas las instrucciones, cruzar la calle de manera segura –de hecho, aprenden a desobedecer la orden de cruzar si consideran que corren algún peligro-, evitar obstáculos, llevar a su dueño hasta la parada del transporte público, entre muchas otras.
Así lo hacen hasta que llega el momento de jubilarse, entre los 8 y 10 años. Una recomendación para todos los que nos encontremos en el camino con un perro guía: no lo distraigas, está trabajando y un descuido es capaz de provocar un accidente. Evita que otros perros se le acerquen y siempre pide permiso al dueño antes de interactuar con el animal.
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